La próxima vez que abras un vino el corcho puede darte una primera impresión de que es lo que en realidad estas por beber y hasta cuanto está dispuesta la bodega a invertir en sus productos. No obstante, no te dejes llevar por esta primera impresión pues existen vinos jóvenes geniales o grandiosos enólogos con mucho capital, por lo que no tomes una decisión hasta degustarlo.
OBSTURADOR SINTÉTICO: Si al destapar un vino descubrimos un tapón de esta naturaleza significa que tenemos en nuestras manos un vino joven – tinto o blanco – que deberá consumirse en el primer año de su elaboración para desgustarlo en su mejor momento; este tipo de corcho está diseñado para tapar la botella sin permitir una oxigenación o maduración del producto, mas al ser plástico también otorgará una apertura limpia, fácil y no aportará ningún sabor u olor extraño al vino.
SCREW CAP: También conocida como tapa rosca es una gran ventaja para los que suelen pelearse con la botella o les resulta muy difícil el uso del «sacacorcho»; además de una limpieza en apertura permite también volver a cerrar la botella si esta no se termina y tampoco aportará aromas o gustos que no sean propios del vino. Obviamente este elemento también será propio de vinos jóvenes y que no necesitan una mayor maduración post-envasado. En la actualidad algunas empresas hacen pequeñas perforaciones en el metal (no en el revestimiento) para facilitar una pequeñas oxigenación del vino, mas esto aún no está del todo comprobado.
CORCHO AGLOMERADO: Si el productor buscó una opción más ecológica pudo escoger este tipo de tapón que a pesar de estar hecho de alcornoque, tampoco será apto para vinos de guarda, será una opción económica para vinos de alta rotación; aunque pueden traer problemas de desmoronamiento en apertura, sobre todo si se guardan por periodos superiores a los recomendados. Ciertos vinos (y sobretodo algunos espumosos) usan aglomerados que en ambas bases llevan un pedazo de corcho plano, con el fin de evitar el desmoronamiento del corcho en la apertura y sobretodo dar mejor aspecto.
CORCHO DE ALCORNOQUE: Desde su descubrimiento el corcho de alcornoque ha sido una de las mejores opciones para el sellado de la botella; además de garantizar su estanqueidad, la configuración de sus células permite una microoxigenación en botella que lleva a la MADURACIÓN del vino y con ello que este mejore en la guarda. Ahora, no todos los corchos serán de la misma calidad pues a mayor cantidad de perforaciones estos bajan su precio; las dimensiones de este también indican la calidad de vino ya que un corcho más largo (25 x 49 mm) permitirán una oxigenación más lenta y por lo tanto un mayor tiempo de maduración, mientras que corchos cortos limitarán su tiempo de consumo. Entonces si encontramos un vino con este tipo de corcho será un vino de alta gama con capacidad de mejorar durante la guarda.
TAPONES TECNOLÓGICOS: La ciencia no es ajena al mundo del vino y algunas empresas, usando el alcornoque como materia prima, han elaborado tapones hechos a base de estos limitando el desarrollo de los peores enemigos del corcho – los mohos – y con esto el desarrollo de TCA (Tricloroanisole) que aporta al vino esos olores propios de estos organismos. Así, DIAM es una empresa que ha desarrollado obsturadores que además de las ventajas del alcornoque y su potencial para la maduración garantizan también corchos de larga vida como el DIAM 30, con capacidad de aguantar guardas hasta de 3 decadas (los normal es que duren 20 años).