¿Que sabemos del roble de las barricas?

Las barricas de madera de roble son los recipientes donde tradicionalmente se almacenan los vinos, pero ¿Qué sabemos del roble y de las barricas?

 

La madera de roble se ha utilizado desde siempre como material para los envases en contacto directo con el vino al tratarse de un material de gran resistencia, por un lado, y al no alterar el vino aportándole un sabor agradable, por otro.

Los recipientes más utilizados elaborados con roble son los conocidos como barricas, originarias en la elaboración de vinos de Burdeos (Francia), con capacidad para 220 litros de vino.

En la práctica existen dos tipos de madera de roble habituales con las que se elaboran las barricas: El americano y el francés.

El roble español, cada vez más usado, suele ser útil solamente los cultivados en el Norte de España (desde Galicia a Navarra). Otra alternativa es el roble Rumano, poco usado.

El roble americano es algo más duro y su madera más productiva (unas 10 barricas de 220 litros por cada metro cúbico de madera), mientras el francés es un poco más blando lo que ofrece una productividad algo menor (6 barricas por 1 M3).

En cuanto al aporte gustativo al vino, el roble americano ofrece un aroma y sabor a resina, mientras que el francés aporta un aroma y sabor más suave, con recuerdos a vainilla.

La manera en que ha sido tratada la madera también repercute en el vino. Así, el roble secado y curado al aire aporta menos sabor pero estabiliza y otorga buen color al vino. Por su parte el roble curado con estufa cede más sustancias aromáticas al vino, pero no estabiliza correctamente el color.

¿Para que sirven las barricas?

La tres principales finalidades de las barricas son: Permite limpiar el vino, separando los sedimentos y suciedades; aporta sustancias agradables (como taninos) y saludables (como resveratrol o ácido elágico) al vino; y permite la microoxigenación que fija los antocianos del vino con los taninos del vino, estabilizando el color.

Según el objetivo de elaboración del enólogo una misma barrica puede tener una vida útil más o menos larga. Así, si el objetivo es el trasiego o separación de sedimentos, la barrica puede utilizarse durante 40 años.

Ahora bien, si la barrica se usa para aportar sabores agradables, sólo 8 años. Igualmente, para permitir la microoxigenación del vino, la vida útil es de tan sólo 8 años.

Por tanto, su vida media en vinos de calidad supone renovar todo el conjunto cada 10 años (un 10% por año).

PISTA: CÓMO RECONOCER LA MADERA DE ROBLE

Para reconocer si unas barricas son de roble americano o francés hay que mirar el uno de los fondos de la barrica. Si en algunas duelas los radios medulares o rayos de la madera presentan trayectoria oblicua, se trataría de roble americano. Si ninguna duela mostrara radios medulares muy oblicuos, se trataría de roble francés.

TAMAÑOS DE BARRICAS

Las barricas Bordelesas las encontramos en capacidades de: 190 litros, 225 litros, 250 litros, 300 litros, 400 litros, 500 litros y 650 litros. El más usado es el 225 litros.

Las botas son muy similares a las barricas o barriles, suelen ser más grandes, también suelen tener más flejes metálicos. Podemos encontrar botas con una capacidad de hasta 1500 litros, pero también los hay de 250 litros, los más usados en su tipo.

Los barriles ovales son pequeños y con poca capacidad, son utilizados para servir el vino sin necesidad de embotellar, los encontramos en tabernas o en casas, algunos con bases y otros sin ellas. Su capacidad puede ir desde 1 litro a 16 litros.

Los tinos o cubas son las más grandes de todas, no tiene la forma oval que suele tener el barril común, y suelen tener un fondo más ancho que el otro (troncocónicos). Las cubas son utilizadas para albergar grandes cantidades de vino, y muchas veces también se vinifica o elabora el vino en el mismo tino. Las cubas las encontramos en capacidades que van desde 1.000l. hasta 50.000l.