Normalmente compramos un vino basándonos en nuestra preferencia personal, mediante una recomendación, o simplemente por la imagen de las botellas. Pero ¿Alguna vez hemos analizado el porqué del color de las botellas de vino?

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Sólo sabemos que la mayoría tiene una tonalidad verde oscura para el  vino tinto y las botellas de vino blanco o rosado tienen un color transparente.

Seguramente hemos escuchado en alguna ocasión que la función del color verde es proteger a los vinos tintos de los rayos de luz, importante para el aroma y sabor del vino; pero tenemos que decir que no es la causa mayor en la elección del color de las botellas. Nos sorprendería descubrir que realmente se basa en una cuestión estética y de precio.

Respecto a la parte estética, las botellas transparente normalmente se utilizan en vinos blancos jóvenes y rosados para poder mostrar sus agradables tonalidades y conseguir  seducir al comprador. La razón principal por las que se recomienda el rápido consumo de estos vinos es que los rayos UV podrían afectar a la tonalidad y el sabor del mismo.

Para los vinos tintos jóvenes se suele utilizar las botellas de color verde claro, los vinos tintos de crianza utilizan botellas de color verde musgo, y también es común el uso de botellas de color ámbar principalmente en blancos de crianza, tintos de crianza y reserva, algunos vinos tinto jóvenes también pueden utilizar colores canela; llegando así hasta una tonalidad negro ibérico para vinos tinto de selección, crianzas, reservas y en vinos de Jerez.

La tonalidad verde de las botellas fue un resultado casual del proceso de elaboración de las botellas como consecuencia del humo expedido del carbón de turba utilizado para alimentar los hornos, y las impurezas de óxido ferroso de hierro, entintan las botellas, dando como resultado esa tonalidad verde.

Después de eso, se constató que esa tonalidad tan especial no solo era especial a la vista del consumidor, sino que conservaba durante más tiempo al vino, al preservarla de la luz ultravioleta.

Elaborar un vino es un proceso delicado y que requiere mucho tiempo, un verdadero arte y por ello la protección, cuidado y conservación es importante para el mejor disfrute del mismo. El vidrio transparente filtra un pequeño porcentaje de la luz, en cambio el color verde es capaz de filtrar entre el 30 y el 60 por cierto de la radiación, y si bien este color es de gran ayuda para proteger el vino, las de color ámbar son las mejores, porqué atrapan casi el 90% de la radiación.

Nos podemos encontrar con diferentes métodos para el embotellado del vino, por ejemplo en algunas bodegas de Argentina utilizan el esmerilado en las botellas, creando un efecto fumée que se logra empleando un proceso químico en el envase mediante el uso del ácido fluorhídrico sobre la superficie del vidrio, retirando el brillo y proporcionándole textura áspera muy especial.

Para finalizar, no debemos olvidar que independientemente del color de la botella, el vino es una bebida capaz de transmitir experiencias y sensaciones, por lo tanto debe de tener un cuidado muy especial a la hora de su preservación.