¿Cómo guardar el vino?

 

Aprenda cuatro claves para guardar el vino en óptimas condiciones para esa ocasión especial.

1. Lugar

Para evolucionar a través del tiempo, el vino necesita tranquilidad.

Y tal como un ser humano que quiere descansar, el lugar óptimo es donde no ocurran cambios bruscos de temperatura, no exista mucho de ruido, tampoco humedad excesiva ni movimientos fuertes.

El ideal es que todo el descanso ocurriera en el mismo sitio para así no alterar el envejecimiento.

2. Posición de la botella

La mejor forma para guardar una botella es recostada. De este modo, el corcho está siempre en contacto con el vino y no se seca, lo cual podría provocar filtraciones.

Además, se evita que ingrese más oxígeno del necesario y el vino evolucione más rápidamente.

Los vinos de consumo rápido se pueden mantener en posición vertical; además, como generalmente tienen corchos más cortos, se saturan más rápido.

3. Temperatura

La temperatura del lugar de almacenamiento debe ser constante, ya que los cambios producen dilatación o contracción del líquido, lo cual puede provocar que el corcho se salga y se pierda el líquido.

La temperatura de conservación ideal es de 16°C a 17°C. Con este nivel la evolución del vino es lenta y mejor.

La humedad ideal es de alrededor del 70%. Una atmósfera más seca puede producir que el corcho se comprima y deje salir vino; mientras que una más alta puede producir moho en el tapón.

4. Luz

El vino prefiere la oscuridad.

La luz del sol hace que los tintos pierdan la intensidad de su color, mientras que los blancos adquieren una tonalidad amarilla y dorada.

Lo mejor es un armario bien cerrado o una pieza sin ventanas.